Notas de prensa
EL PUNTA SALINAS, NUESTRA “NAVAJA SUIZA”
09 DE JUNIO DE 2024

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Solemos utilizar el término de “navaja suiza” como sinónimo de un instrumento que por sus características y capacidades es capaz de hacer casi cualquier cosa en nuestras manos. Una especie de “MacGyver” material que puede enfrentarse a cualquier situación cuando es requerido para ello. En Salvamento Marítimo la hemos tenido durante varias décadas y el pasado mayo nos despedimos de nuestra particular y vetusta “navaja suiza”: el buque remolcador Punta Salinas.
Porque, ¿Qué tipo de actividades realizan y se requieren a las embarcaciones y buques de Salvamento Marítimo?
Pues, remolques y asistencias a buques, salvamentos de personas, luchas contra la contaminación extendiendo barreras o situando skimmers, recogidas de objetos peligrosos para la navegación, resguardado de la seguridad en regatas, ejercicios con todo tipo de medios, evacuaciones médicas, búsquedas, rescates de pateras e incluso vigilancia de zonas de exclusión por erupciones volcánicas…
El Punta Salinas lo ha hecho todo, absolutamente todo, durante estos años. Pero también ha destacado como el remolcador más “feminista” de la flota, con las primeras mujeres capitán y jefe de máquinas.
Ha conocido y asistido a algunos “famosos” que salían en la televisión, como el Mar Egeo, el Nikitas Roussos o el Oleg Naydenov y ha servido como escuela para las nuevas tripulaciones. En fin, ha hecho miles de horas de navegación en todas nuestras zonas marítimas.
Si esto no es una “navaja suiza”, que baje dios y lo vea.
Nació antes que la propia Sociedad de Salvamento, en 1982 en los Astilleros de Huelva y se incorporó a nuestra flota ya con un curriculum. Pero el tiempo pasa y nos vamos “poniendo viejos”. Su servicio para SASEMAR ha concluido, aunque quedará para siempre en la memoria de todas sus tripulaciones, que lo conservarán como recuerdo de sus vidas. El Punta Salinas se nos hace recuerdo y sus tripulantes lo echarán siempre de menos. Maximina Rodríguez nos recorrió toda su historia y su capitana Ana Penela le dedicó un poema lleno de mar en la despedida que nos envió a toda la “tripulación” de Salvamento Marítimo:
"Y se fue, se fue cantando
a buscar un nuevo hogar,
y cuanto más se alejaba,
más se oía su cantar:
“Vivir atracado es muerte,
vida, es perderse en la mar”.
¡Navega, barco valiente
hacia la estrella Polar,
que el Norte será tu cielo
y el cielo será tu mar! "
Año 1998 - El barquito velero
José María Blanco
¡Gracias Punta Salinas!, nuestra “navaja suiza”.