Revista Informar
La superficie vélica. La potencia de tu velero
22 DE SEPTIEMBRE DE 2016

<strong>Cómo reducir vela adecuadamente </strong>
ALFONSO RUIZ DE LOBERA
Estás escorado, metiendo la regala en el agua, llevas la caña a barlovento para compensar la tendencia a orzar… Ha llegado la hora de levantar el pie del acelerador. Hay que reducir vela. Hay que rizar.
Saber reducir vela correctamente es FUNDAMENTAL para tu seguridad si navegas en velero.
Ten en cuenta estos aspectos:
Superficies equilibradas: Debes rizar vela coordinadamente tanto de proa como de popa. De esta forma, el barco navega equilibrado y los esfuerzos se reparten mejor en todo el aparejo.
Estabilidad de rumbo: Si tienes que llevar el timón permanentemente metido a una banda hay algo que falla. Modifica las superficies para que esto no ocurra. Rizando a proa, el barco tiene tendencia a orzar (meterse al viento) y rizando a popa, tendencia a arribar. El timón es para llevar el barco a rumbo, no para corregir desequilibrios a base de tremendos esfuerzos en la popa. Ahora ya sabes porque se rompen tantos timones.
Escora: Al rizar vela correctamente no sólo disminuyes superficie expuesta al viento, sino que además bajas la altura del centro vélico y el barco escora menos.
Velocidad: Cuando aumenta el viento y reduces la superficie vélica, NO PIERDES VELOCIDAD. Al contrario, puede ser que la aumentes ligeramente y en todo caso navegarás mucho más seguro.
LOS CONSEJOS
– Aprende a rizar correctamente tu velero. Busca alguien con experiencia que pueda enseñarte.
– Experimenta la reducción de vela con viento moderado y anota el comportamiento de tu barco.
– El plan de reducción de la superficie vélica no es rígido, puede tener variaciones dependiendo de las condiciones y rumbo respecto al viento.
– ¿Cuándo rizar? Se dice que el momento ha llegado la primera vez que lo piensas.
– En portantes, no hay problema si navegas sólo con la vela de proa. Pero debes tener en cuenta que tu maniobrabilidad está comprometida en caso de tener que dar media vuelta y navegar de ceñida sin vela mayor.
– No olvides las sujeciones de seguridad, líneas de vida y el arnés si tienes que desplazarte al palo para rizar.
– Poder rizar sin abandonar la bañera es un plus de seguridad.
– ¿Qué esfuerzos le estás pidiendo a tu timón? ¿Se los puedes mitigar rizando?