Revista Informar
LA SUBASTA (homenaje a Óscar Ortega)
Las Caras Del Mar
04 DE ABRIL DE 2023

Era antigua costumbre en la mar, tras la muerte de un tripulante, subastar sus enseres entre sus compañeros, deduciendo el dinero que ofrezcan los compradores de su sueldo para entregárselo a sus familiares cuando regresen de la expedición. Por supuesto, cualquier cosa de valor se aparta para dárselo a los suyos.
En este barco que es Salvamento Marítimo también hemos hecho una subasta tras la partida de nuestro tripulante Óscar. Una subasta de palabras, de recuerdos, de emociones, de sentimientos. Y al grito de ¿alguien da más?, siempre había alguien que daba más, mucho más. Recuerdos a babor, agradecimientos a estribor, llegan besos por la popa, lágrimas por la proa. El Cantábrico, está revuelto, marejada en el Mediterráneo y nos dicen que el Atlántico no tiene consuelo. Los cielos también rugen. ¿Alguien da más?
Laura de la Torre
Nuestro compañero Óscar Ortega, querido y respetado por todos, era un fondeo seguro en Salvamento Marítimo. No eran sólo sus muchos años de experiencia, sino sobre todo su conocimiento consolidado, su dedicación y su buen hacer. Era un trabajador de los que no hacen ruido, que sigilosamente aportaba valor al Departamento de Operaciones.
Los “no ingenieros navales” siempre recurríamos a él para que nos explicara por qué el barco siniestrado había escorado o cómo se transfería el hidrocarburo en los tanques de recogida de los buques de Salvamento Marítimo. Y él acompañaba sus explicaciones con ilustraciones esquemáticas y con pasión. Y qué decir de sus clases magistrales en campo, como en aquella ocasión en la que guio al equipo de contaminación por los rincones del buque polivalente Don Inda recién incorporado a la flota de Salvamento Marítimo.
Su eficaz labor en las operaciones era reconocida, aportando siempre un enfoque técnico y práctico. De todos es sabido el sumo cuidado con el que contabilizó la cantidad de hidrocarburo recogido en la mar durante el incidente de contaminación de Don Pedro en Ibiza, y la satisfacción que sentía cuando los sistemas instalados en los buques permitían que las operaciones se realizaran por la noche.
Su sentido del deber y su trato humano eran cualidades que mostraba en el día a día. Para todos siempre tenía una sonrisa y una buena palabra. Los que tuvimos la suerte de trabajar a su lado le recordamos con cariño y admiración.
¿Alguien da más?
Y Raquel González da más Con su modestia, con sigilo para no molestar, sólo necesita dos palabras para dibujar tu perfil: Familia y amig@s. Y Raquel tuvo la suerte de estar ahí, en ese grupo de amig@s que el tiempo convirtió en familia.
Agazapada en su mesa, Raquel mira la tuya. Ausencia muy presente, eres el oxímoron que Raquel repite: tu silencio que hace ruido; lo llenas todo, pero hoy tu mesa está vacía.
Oxímoron como ‘Muerte y vida” de Gustav Klimt. A un lado la Vida, como calidez y protección de unos a otros; al otro, la Muerte envidiosa, acechando, escogiendo su nueva víctima. Te escogió a ti.
Raquel respira. A ese otro lado del lienzo sigue la Vida. A este lado del lienzo, también te escogimos a ti.
¿Alguien da más?
Tripulación Salvamar Illes Pitiüses
…a primera hora del 1 de enero de 2013, Remolques Marítimos S.A. se diluía en SASEMAR. Juntos en un mismo barco, un solo rumbo, los engranajes tenían que empezar a rodar juntos, alineados, sin fricciones…
En la Base de Portocolom, la Tripulación de la Salvamar Illes Pitiüses preparábamos la varada de nuestro barco para el lunes 22 de abril en Portocristo. ¿A quién le toca la varada este año? ¿A quién van a mandar de Inspector?. Nos preguntábamos a bordo, como siempre… Viene un tal Óscar Ortega Díez, de SASEMAR, comentamos entre nosotros…
Y así fue. Vino una excelente persona llamada Óscar, buen compañero, amable, gran profesional, sencillo, resolutivo, modesto, entregado, dispuesto a dar su mejor versión en aquel proyecto que nos unía y más allá. En definitiva, aquella clase de persona que siempre quieres tener trabajando a tu lado…
¿Alguien da más?
Mónica Mulero
Cuando pienso en Óscar me vienen a la cabeza tres recuerdos:
- Físicamente, ¡cómo no! sus andares tan característicos y su sonrisa sempiterna, ¡una combinación que le definía claramente y permitía identificarle desde la distancia!
- El segundo, su familia, una familia a la que adoraba, y se entregaba con total dedicación, generosidad y por su puesto amor. Para él su vida era su familia y así nos lo trasmitía día a día.
- Pero, sobre todo, lo que me viene a la cabeza cuando pienso en Óscar es la palabra BONDAD, sí, en mayúsculas. Óscar era buena persona, que para mí es lo máximo que se puede ser en esta vida, y Óscar era muy buena persona, desprendía bondad por todos sus poros. Sus compañeros, hemos tenido la suerte de tenerle cerca y disfrutar de alguien tan ejemplar y tan centrado en las cosas realmente importantes que tiene la vida, durante 15 años. Han sido muchos años, pero a mí me han sabido a muy poco. En el trabajo es importante rodearte de gente buena, pero todavía más importante, es contar con buena gente y tú, Óscar, eras ambas cosas. Óscar con tu trabajo has contribuido a que Salvamento Marítimo fuera más grande, y con tu forma de ser has contribuido a que tus compañeros, o al menos yo, fuéramos mejores personas.
Como consuelo, quiero pensar que como decía San Agustín, “solamente te has ido a la habitación de al lado… y volveremos a encontrar tu corazón y ternura acentuada”.
¿Alguien da más?
Juan Sánchez
Creo que la primera situación que me viene a la cabeza para contaros algo de Óscar y de estos años trabajando con él es cualquiera de nosotros pidiéndole que por favor hablase más alto. Diría que ocurría casi todas las semanas y decía tanto de nuestra falta de escucha como de su humildad y discreción.
Pero si tuviera que quedarme con una de sus cualidades sería esa manera casi incondicional de apreciarnos y considerar nuestra opinión, siempre consultándonos sobre temas de los que probablemente sabía más que nosotros. Esto ocurría en asuntos profesionales, como su proyecto de catamarán de salvamento o el modelado de Luz de Mar y Miguel de Cervantes -que ahora está en el simulador del Centro Jovellanos gracias en gran parte a su esfuerzo-, pero también en temas más personales, como cuando me pedía consejo sobre el coche de bajas emisiones que quería comprar (¡A mí! ¡Que no tengo coche y casi todo lo que me preguntaba lo buscaba por internet!), recuerdo por cierto la ilusión con la que me lo enseñó una vez comprado, como buscando mi aprobación. Nos hacía sentir mejores. Hace falta más gente así.
A la una, a las dos , a las tres… ¡termina la subasta!
Dice un proverbio japonés que una palabra bondadosa puede calentar tres meses de invierno. Tus palabras (bajitas) nos han dejado calor para muchos inviernos. Buena proa Óscar. Estamos segur@s que tu coche de bajas emisiones te llevará muy lejos, aunque siempre estarás muy cerca. (Otro oxímoron).
Nota: El funeral es el día 15 de abril a las 12:00 en la Iglesia de San Pedro y San Pablo de Cabanillas (Guadalajara).