Revista Informar
NURIA PAZ, JEFA ÁREA DE FLOTA DE SALVAMENTO MARÍTIMO
Las Caras Del Mar
13 DE NOVIEMBRE DE 2023
“Me hizo falta sólo una semana para saber que había encontrado mi sitio”
Maite Cabrerizo
Entrevistas para días grises, de las que ponen sol a un día tormentoso. Como la que mantenemos con la jefa de Área de Flota de Salvamento Marítimo, Nuria Paz. Y es que esta licenciada en Ingeniería Naval y la ‘guardiana’ de las salvamares de esta Casa es capaz de convertir la marejada en marejadilla. Sus años en la mar, su paso por petroleros, gaseros y hasta enfrentamiento con piratas la convierten en una merecida protagonista de Las Caras del Mar. Con declaraciones del tipo “no puedo ser más feliz” o “orgullosa de un trabajo que salva vidas”, nos regala una entrevista que es pura inyección de vitamina.
Acudimos a la cita con una carta de recomendación: “Creo que independientemente de sus cualidades técnicas y profesionales, más que probadas en vista de su experiencia, es de las personas más amables y colaborativas que he conocido en mi vida profesional, siempre dispuesta a buscar soluciones razonables manteniendo un clima de colaboración exquisito y productivo: Una persona capaz de encajar en cualquier equipo”.
Ingeniera sí o sí
De Don Fadrique (Granada), adolescencia en Marbella y Universidad en Madrid. Donde la lleven las corrientes y éstas la trajeron a Salvamento Marítimo hace ahora 2 años. “He encontrado mi sitio”, dice feliz.
Se vino a Madrid a estudiar Navales porque su paso por Marbella, vivir junto al mar, dejó huella. Su madre no quería que hiciera esta carrera porque suponía irse lejos de su casa, en Granada. Nuria presentó todas las candidaturas de Ingeniería que había en España: Telecomunicaciones en Málaga, Caminos en Granada… “Navales fue mi segunda opción. Arquitectura naval.” Y hoy no lo cambiaría por todo lo que le ha regalado, “como ese maravilloso silencio. En la mar no hay ruido”, dice recordando los tiempos que estuvo embarcada.
Después de tres veranos de prácticas en Marbella, al cuarto le dieron una beca en la compañía CLH (la antigua Campsa) que cambió su vida. Embarcó en un petrolero donde todo le fascinaba. Alumna de Puente, en Máquinas... “Por la noche navegaba y oía el mar viendo las estrellas. Horas y horas. ¡Quién me iba a decir que iba a trabajar con salvamares que llevan nombre de estrellas!”. Y es que la casualidad ha convertido a Nuria Paz en la jefa de Área de Flota; una de las responsables de las 55 salvamares que tiene Salvamento Marítimo, embarcaciones de alta velocidad, gran maniobrabilidad y poco calado, apropiadas para actuar en circunstancias en que la rapidez de respuesta juega un papel fundamental. Llevan nombre de estrellas: Se las sabe de memoria. Orión, Spica, Mimosa, Macondo, Mintaka, Mirach, Betelgeuse o la Antares, su estrella favorita.
Como en una película, durante su etapa en Gas Natural vivió rescate de náufragos, ataques piratas...
De ser becaria se convirtió en la delegada de becas de su Universidad: de cinco se pasó a 55 becas en importantes navieras. También consiguió cambios en una Facultad con minoría de mujeres. “En 1996-1998, sólo el 15 o 20% eran mujeres. Anecdóticamente, no teníamos baños, sólo había un mixto en la escuela”. Cuando terminó la carrera, ya había vestuario femenino. Al día siguiente, empezó su etapa en Gas Natural. Inspecciones a gaseros en la parte de vetting que dan para un anecdotario: rescate de náufragos, ataque de piratas navegando por el Canal de Suez. “Como en una película, pero desgraciadamente es verdad”, recuerda. “Escapamos porque el gasero tiene un francobordo muy alto y porque va a una velocidad rápida de 18 o 20 nudos”. Allí estuvo 19 años que forman parte de su currículo, pero también de su ADN, de la ‘armadora’ que deja estelas. Y no es poesía, es la vida. “He disfrutado cada segundo”. Y nos lo creemos porque Nuria disfruta de cada momento.
En su vocabulario se repite mucho la palabra vínculo: “Unión o relación no material, especialmente la que se establece entre personas” (RAE). Y la jefa de Área de Flota tiene muchos vínculos. Con los inspectores, capitanes, tripulaciones... “Soy bastante dura, pero mantengo siempre mi sonrisa. Soy de las que piensan que con las buenas maneras se consigue más. Hablas con las tripulaciones de una manera que saben que te estás preocupando por ellos. Al final recibes lo que das”.
Nueva singladura
Ser mujer no le ha supuesto ningún freno, “y jamás vi ningún tipo de discriminación ni personal ni profesional. Luego en tierra sí te frenan”. Por eso decidió cerrar esa etapa hace dos años”. Su próximo atraque: Salvamento Marítimo. En febrero de 2022 entró en Flota. “Me hizo sólo falta una semana para saber que había encontrado mi sitio”.
Por el compañerismo, por los grandes profesionales, por su equipo de lujo. Es la primer inspectora y coordinadora mujer. Y seguramente que la que tiene más grupos de WhatsApp: dirección, inspectores, salvamares, departamento…
En su despacho cuelga un diploma de licenciada en Psicología… de la vida, matizamos. Un regalo de sus compañeros que valoran su manera de ser profesional y personal. Y eso a Nuria le suma. Jefa y compañera, porque como reconoce, su parte fuerte es la empatía y ser moderadora, buscar siempre la parte positiva de todos. “Soy muy optimista, lo he heredado de mi padre tengo una actitud positiva y la vida es cuestión de actitud”.
“Nuestra función es que las lanchas estén siempre operativas. Si las tripulaciones están bien, las salvamares están bien”
Es su día a día en las salvamares. “Nuestra función aquí es que la lancha esté operativa. Si las tripulaciones están bien, las salvamares están bien”. Porque como reconocen quienes la navegan, son su otra casa, en la que pasan gran parte de su vida y comparten lo profesional y lo personal. Por eso Nuria visita todas y cada una de estas estrellas o les llama después de un servicio especial. “Estoy muy orgullosa de la labor que hacen mis compañeros salvando vidas, pero también cuidando la mar o controlando el tráfico marítimo. Tenemos gente excepcional. Sin ellos no somos nadie”, reconoce con un recuerdo a su padre. “Me siento una afortunada en la vida por lo que he conseguido. Si mi padre levantara la cabeza sería el más feliz del mundo porque esto era su pasión”. Y la pasión de Nuria Paz, la ingeniera que deja estelas allí donde navega.
Nuria Paz no deja indiferente a nadie. Tampoco al Tribunal que evaluó su máster de fin de carrera: una guardería flotante. Sus dos hijos Carmen (15 años) y Rafael (12 años) nunca han sido un freno. Ni cuando la empresa le propuso hacer un Máster de Negocio y Derecho marítimo siendo bebés ni cuando se preparó la oposición que sacó a la primera, siempre con el apoyo de su marido.
Mujer que no acepta negativas, cuando llegó a la Universidad quería jugar a voleibol. “No había equipo y me dijeron: pásate por las clases y si haces equipo, adelante”. Fue su capitana y hoy parte de ese equipo forman parte de su pandilla por supuesto, con grupo de WhatsApp.
Con 12 años hizo un programa de radio. “Talla 12, el mundo a nuestra medida”. Y fue azafata en un programa infantil en Televisión. Desfiló de faralaes y la nombraron Dama de la Feria. “He hecho muchas cosas porque siempre he sido muy inquieta”. Paradojas de alguien se apellida Paz y un aviso a navegantes: con Nuria ningún día es igual.