Revista Informar
LAURA DE LA TORRE, SECRETARÍA DEL ACUERDO DE BONN Y DE LA COMISIÓN OSPAR
Mujer y Mar
03 DE JULIO DE 2023

“En el ámbito medioambiental la mujer desarrolla un papel relevante. Pero en el mundo del transporte y militar, aún queda camino por recorrer”
Maite Cabrerizo
Lucía Pérez (diseño)
Benajarafe (Málaga). ¡Se rueda! En la mar, una niña rubia mira con tristeza cómo sus pequeños pies se manchan de alquitrán. A continuación, la cámara toma imágenes de la misma niña recogiendo basura que se ve en el agua. Decidida, ¡valiente ante un mar inmenso! En otro plano se verá a la protagonista con otros niños y niñas (luego sabremos que son sus hermanas y primos) recogiendo firmas contra la suciedad en las playas. No es muy alta, pero es ‘grande’ y destella luz, por eso gusta mucho a la cámara. La cámara la quiere y ella se deja querer. Es la protagonista de esta película que es ficción, pero con guion real, el de su protagonista, también real. Mujer y Mar entrevista a Laura de La Torre. ¡Acción!
“El mar me fascina como ese entorno natural que alberga tanta biodiversidad y que tiene una increíble capacidad de regenerarse; aunque hasta cierto punto claro. No hay mayor placer que contemplar un mar limpio, pasear junto a él, nadar o navegar en él”. Laura de la Torre es una perseguidora de sueños, hasta que éstos se hacen realidad. Hoy aquella niña es ingeniera industrial y actual secretaria adjunta en la Secretaría del Acuerdo de Bonn y de la Comisión OSPAR. También dedica parte de su tiempo al Convenio OSPAR sobre la protección del medio marino del Atlántico Nordeste, “que también es apasionante”, dice De la Torre. “Seguí el consejo de conocidos que me recomendaban estudiar ingeniería industrial (concretamente la especialidad de químicas) y entender el origen de la contaminación para poder trabajar en su prevención y respuesta. Por entonces no había carreras específicas enfocadas al medio ambiente; surgieron después de que comenzara mis estudios universitarios”.
ADN naranja
Pero esos encuentros internacionales, firmas, cumbres, conferencias por el mundo no han borrado su ADN de Salvamento Marítimo. Por sus venas corre sangre ‘naranja’. Laura de la Torre entró en Salvamento Marítimo en 2002. Así comenzó su historia en esta Casa: “Cuando un domingo vi un anuncio de Salvamento Marítimo en el periódico ofertando plazas para técnicos para proteger el medio ambiente marino solicitando un perfil en el que podía encajar por mi formación, no lo dudé. Y así fue cómo conseguí un trabajo que sobrepasaba mis expectativas”. Pero que cumplió con creces.
“Como mujer idealista que soy, me sentía la persona más afortunada del mundo. En los 17 años que he trabajado allí, la motivación me ha acompañado cada día”. Lo dice ella y lo corroboran sus responsables, compañeros y compañeras. Hormiguita que cada mañana llegaba la primera deseando cambiar el mundo. Y lo conseguía con un trabajo y una energía fuera de lo común. Hubo quien la llamó acertadamente potosí, término aprobado por la RAE como sinónimo de riqueza extraordinaria.
“No me cabe duda de que el verdadero motor de Salvamento Marítimo es su personal, siempre entregado y con una gran preparación”.
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En Salvamento Marítimo trabajó en Operaciones y en la Secretaría Técnica, en áreas relacionadas con la contaminación, si bien en los últimos años fue responsable de Medio Ambiente y Calidad. Esta trayectoria le permitió conocer los Centros de Coordinación, unidades marítimas y aéreas, bases estratégicas de lucha contra la contaminación, el centro de formación Jovellanos... “He visto crecer a Salvamento Marítimo, en medios humanos y materiales y en conocimiento. Siguiendo el ejemplo de otras instituciones internacionales y aprendiendo de la experiencia adquirida durante la gestión de emergencias, Salvamento Marítimo es hoy en día un referente. No me cabe duda de que el verdadero motor de Salvamento Marítimo es su personal, siempre entregado y con una gran preparación”.
Ella es el ejemplo. Como dijera Mercedes Sosa, “Lo peor que le puede pasar a uno es no creer en nada. Quien no cree en nada se vuelve extranjero de la vida”. Laura de la Torre cree en todo lo que es bueno, por eso es ciudadana del mundo.
Cuaderno de bitácora
Los años en Salvamento le permitieron escribir su propio cuaderno de bitácora. Momentos que no se olvidan. “Todas las emergencias relevantes suponen un antes y un después. De todas ellas se sacan lecciones aprendidas que ayudan a la mejora continua”. Es el mantra de Laura. Ni un paso atrás. También del Prestige hubo lecciones. “Del incidente de contaminación del Prestige en 2002 y 2003 nos acordamos todos los españoles. Fuimos muchos de Salvamento Marítimo los que estuvimos allí desplazados durante varios meses, con distintas funciones según evolucionaba la emergencia: preparando planes de contingencia, apoyando a la gestión de equipos de contaminación que llegaban de todas partes, atendiendo a observadores internaciones, redactando informes... “. También vivió momentos surrealistas. En marzo de 2003 mientras dormía en el hotel de A Coruña recibió una llamada de madrugada para atender otra emergencia en la bahía de Algeciras: el hundimiento de la gabarra Spabunker. “Cogí un vuelo sin pasar por mi casa y mi ropa de operaciones la traía el camión que desplazaba algunos de los equipos de contaminación desde A Coruña”.
De la Torre no flaquea porque, por definición, todas las emergencias te mantienen en vilo, necesitando de esa atención especial. Si además hay vidas implicadas, la presión es aún mayor. “Aunque no me desplazara al lugar de la emergencia, cuando llegaba a casa mi familia tenía que aguantar mi monotema y por supuesto, me tenían que avisar si la noticia salía en el telediario: dejaba lo que estuviera haciendo para no perderme el reportaje. De las emergencias es difícil desconectar…”.
"Hay muchas ideas para mejorar nuestros mares, pero todas dependen del compromiso de las organizaciones y de la involucración de las personas"
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Por unos Mares Limpios
Le pedimos a Laura de La Torre que sea abanderada del hashtag #MaresLimpios. No lo duda. “Me encanta este hashtag. Es inspirador. Es claro y directo e invita a la acción. Somos responsables de toda la contaminación que llega al mar por tierra y mar, y está en nuestras manos prevenir, pero también ser proactivos y responder recogiendo la botella que vemos flotando en el mar, educando, denunciando…”.
Si esto fuera una película real, el guionista interrumpiría la secuencia cronológica con un flashback a ese principio de este reportaje, en el que vemos a una Laura de la Torre niña recogiendo basura con sus hermanas y primos. Pero no hace falta. Hoy sigue recogiendo basura en la mar. “Creo que Salvamento Marítimo está preparado para cuidar sus mares, pero siempre hay más por hacer, cosas que mejorar y nuevos retos a los que hacer frente. La problemática evoluciona y hay que adaptarse”. En ese sentido, De la Torre menciona mejoras como los buques de doble casco con los que el riesgo de accidentes como el Prestige son más improbables o la vigilancia aérea y satelital, que han permitido reducir las descargas ilegales. “Pero hay que continuar con ese esfuerzo de monitorización de nuestros mares”, avisa esta experta que ya tiene nuevos retos: la contaminación por plásticos, pérdida de contenedores que puedan transportar sustancias peligrosas, contaminación atmosférica desde buques, riesgos de accidentes por la presencia de parques eólicos marítimos, etc.”.
De la Torre reivindica el papel de Salvamento Marítimo, “con gran protagonismo a nivel internacional. Hoy por hoy, su personal cuenta con el reconocimiento del sector”.
Viaje a Londres
Y un día decidió irse a Londres. Cuando estaba en Salvamento Marítimo, era parte de la delegación que representaba a España en el Acuerdo de Bonn. España tenía entonces el estado de observador, aunque llevaba tiempo trabajando para que España fuera estado parte (desde enero de 2022 España es oficialmente estado parte). Cuando se publicó una plaza de secretario adjunto para formar parte de la Secretaría del Acuerdo de Bonn y de la Comisión OSPAR, afrontó el nuevo reto. Entonces era un sueño que ya hoy es realidad. “El ámbito internacional me gusta mucho y me parece muy enriquecedor así que presenté mi solicitud en el último momento y sin ninguna esperanza. Me costó mucho la decisión por el plano personal y también porque estaba muy a gusto en Salvamento Marítimo”.
Su trabajo consiste en hacer el seguimiento de los compromisos que adquieren los países para la protección de los mares. En la Secretaría de OSPAR y del Acuerdo de Bonn se aseguran de que se implementan las decisiones y los planes, de que se dispone de los datos, de su análisis… Las decisiones que se toman en las reuniones ministeriales, cada 5 o 10 años, deben garantizar que el nivel técnico cuenta con los recursos necesarios para cumplir los objetivos acordados. Son compromisos supranacionales, y conllevan una obligación que va más allá del partido que gobierna en los países en un determinado momento. “Un trabajo multilateral que requiere mano izquierda, pero del que luego todo el mundo se siente satisfecho cuando ven publicados los informes sobre el estado de la calidad de nuestros mares, una evaluación holística que refleja todo ese trabajo científico y técnico”, subraya. “Desde luego mi motivación diaria es pensar que aporto mi granito de arena a la conservación de los océanos.”
Un futuro en femenino
Las largas reuniones y los viajes no desgastan a De la Torre. Al revés. Son la adrenalina de cada día. Incansable por unos mares limpios en aquella playa que limpió de niña. “Por supuesto que hay futuro para nuestros mares. Y está en nuestras manos. Debemos hacer un uso sostenible del mismo para que las futuras generaciones puedan seguir disfrutando de él. Ya sabemos que no lo podemos utilizar de basurero. Hay evidencias científicas del impacto de las actividades humanas en el ecosistema marino”. Un futuro donde el papel de la mujer es principal. Creo que hay muchas mujeres muy preparadas que están desempeñando roles relevantes en el ámbito de la protección del medio ambiente marino. Son muchas las mujeres que son jefas de delegación de las partes contratantes de OSPAR. Incluso ahora la presidenta de OSPAR es una mujer”. No es así en el Acuerdo de Bonn donde hay una mayoría de hombres en las reuniones, “quizás porque las organizaciones que participan están más vinculadas al transporte, a las guardias costeras o a entidades militares, que tradicionalmente son ámbitos más dominados por los hombres”. Tengo la impresión de que, en el ámbito medioambiental, la mujer desarrolla un papel relevante, mientras que, en el mundo del transporte y militar, aún queda camino por recorrer.
LAS SEIS RAZONES DE LAURA DE LA TORRE PARA 'LANZARSE' AL AGUA
Nací en Ferrol (donde vivió hasta los 3 años). He vivido en Madrid y desde hace cuatro años en Londres, pero siempre que puedo me escapo a Málaga, de donde es mi familia paterna.
Intento transmitir mi amor y respeto al mar a mis hijos, algo que me sale naturalmente por mi trabajo. Siempre insisto en que disfruten del mar tomando las medidas de seguridad apropiadas y que lo cuiden. Recuerdo con especial cariño las charlas sobre Salvamento Marítimo que di en las clases del colegio de mis hijos cuando eran pequeños.