Revista Informar
“LA LEY DEL MAR ES MUY SABIA SÓLO HAY QUE ESCUCHARLA”
Pañol De Proa
08 DE JULIO DE 2025

Sonia Barbeira, jefa del Área Funcional de Titulaciones de Recreo de la Dirección General de la Marina Mercante
Maite Cabrerizo
Verano, temporada alta en la mar. La Dirección General de la Marina Mercante y Salvamento Marítimo están inmersos en plena campaña de seguridad en la náutica de recreo. Según los datos, casi la mitad de las emergencias en período estival ocurren en las embarcaciones de recreo. Muchas de ellas, como la falta de combustible, no hacer una revisión a la embarcación o no llevar un chaleco salvavidas, por ejemplo, se podían haber evitado. “La diferencia es volver a casa después de navegar o no volver”. La frase es de Sonia Barbeira, jefa del Área Funcional de Titulaciones de Recreo de la Dirección General de la Marina Mercante. “La ley del mar es muy sabia. Sólo hay que escucharla”, dice haciendo un guiño al eslogan de este año: Haz oídos sordos a los cantos de sirena y escucha la ley del mar.
Basta con mirar nuestros litorales para saber que la náutica de recreo vive un gran auge, sobre todo después de la pandemia.
Así es. Desde hace ya unos años, la náutica de recreo vive un gran momento, con un incremento en el número de embarcaciones matriculadas y una mayor demanda de titulaciones de recreo. Aunque la náutica de recreo siempre ha sido competencia de la Dirección General de la Marina Mercante, ha sido en los últimos siete años cuando ha ganado relevancia y entidad propia dentro nuestra estructura, fiel reflejo del auge que el propio sector viene experimentando año tras año.
Hablamos de una afición o deporte en un país como España, con 8000 kilómetros de costa y una climatología favorable para la navegación.
Cada vez hay más personas que vienen a hacer turismo náutico a nuestro país y eso repercute positivamente en nuestro PIB. Es un sector fundamental para nuestra economía y eso hace precisamente que vaya creciendo en importancia y en relevancia. No hay que olvidar que, entre nuestras competencias, se encuentra la tutela de la seguridad de la navegación marítima. Por ello, es un tema que tenemos que cuidar, y más en verano.
De ahí la necesidad de estas campañas que realizan conjuntamente DGMM y Salvamento Marítimo.
Todos los años la intervención de Salvamento Marítimo demuestra que más de un 45% de sus actuaciones tienen que ver con embarcaciones de recreo, y que un 61% de éstas se concentran en los tres meses de verano. El objetivo de la Dirección General de la Marina Mercante con estas campañas anuales es recordar cuáles son las pautas y recomendaciones que hay que seguir para tener una navegación segura. Son muy sencillas y todas ellas van en beneficio de la seguridad, no sólo del que sale a navegar, sino también la seguridad del que se mueve en el entorno marítimo. Al final, en la mar estás interactuando constantemente con bañistas, con otras embarcaciones… La seguridad tuya es también implícitamente la seguridad de todos.
Porque el navegante se mueve un entorno que comparte con más gente.
Efectivamente. De ahí la necesidad primordial de conocer esas normas básicas que son las mismas para todos y que son las que garantizan la seguridad marítima. Tiene que haber un conocimiento claro de por dónde y cómo puedes navegar para no generar un accidente o un incidente en el que la repercusión, en algunos casos, puede ser bastante peligrosa o incluso trágica.
Las campañas están funcionando. Los datos reflejan que hay menos accidentes y que, en su gran mayoría, son cosas pequeñas y evitables.
Sin duda, el efecto recordatorio de estas campañas es muy positivo y siempre nos viene bien a todos. Yo lo comparo con la campaña que hace la DGT año tras año. Todos conocemos las normas de tráfico, pero no está de más que nos las recuerden. Lo mismo sucede con el sector de la navegación de recreo, donde unas pequeñas recomendaciones te pueden salvar la vida. Se trata de cuatro o cinco pautas que son fáciles de comprender y aplicar, pero que se olvidan fácilmente.
¿Hablamos de campañas para los nuevos navegantes? Gente que se ha comprado un velero, que alquila una embarcación sin tener muchas nociones, que practica algún deporte náutico…
No necesariamente. Tenemos dos tipos de navegantes. Por un aparte están los noveles que acaban de zambullirse en este apasionante mundo de la navegación de recreo, a los que estas campañas les vienen bien para terminar de formarse y como recordatorio de esas pautas básicas a seguir. Por otra parte, aquellos que son navegantes muy expertos, pero donde precisamente esa experiencia va unida, en algunos casos, a un exceso de confianza, que propicia que se olviden de algunas de estas pautas tan básicas y que pueden derivar en un accidente. La mar es a partes iguales atrayente y peligrosa, por lo que nadie está exento del peligro. Por ello, este recordatorio año tras año viene bien a todos.
El año pasado, la campaña dramatizaba una escena, pero tristemente real, de alguien que no vuelve a casa porque no preparó un plan de navegación, porque no miró la meteo, porque no avisó en casa o no miró si tenía combustible. ¡Asusta!
Muy al contrario. Estas campañas no están diseñadas para desanimar o asustar, sino para fomentar una navegación responsable que permita experimentar esa sensación de libertad que da la mar. Queremos que las personas disfruten de nuestros mares, pero con seguridad y responsabilidad. Es un sector que engancha y atrapa, y eso es emocionante.
¿Hay alguna posibilidad de que nos acerquemos al éxito de las campañas de la Dirección General de Tráfico (DGT)?
(Sonia sonríe esperanzadora) Yo recuerdo esas campañas de tráfico desde que era niña. La DGT lleva muchos años inculcando esta filosofía y ha funcionado. Cuando nos sentamos en el coche, nos ponemos al momento y de forma instintiva el cinturón de seguridad y nos cercioramos de llevar combustible suficiente para llegar a nuestra primera parada. En el mundo de la navegación de recreo de momento no ocurre lo mismo, y en más de una ocasión se sale, por ejemplo, sin chalecos salvavidas suficientes o sin el combustible necesario, sin pensar que en la mar no es posible repostar. En nuestro caso llevamos sólo cinco campañas, pero es verdad que en estos años hemos notado un cambio positivo. Hay una mejor predisposición de los navegantes y se involucran más en respetar esas recomendaciones básicas de seguridad. Yo soy optimista y creo que esta tendencia va a ir a más y, sobre todo, nos va a llevar a una navegación mucho más segura. Por nuestra parte, por parte de la Dirección General Marina Mercante, vamos a intentar que, con el nuevo reglamento que estamos en este momento redactando, sea menos burocrático y más sencillo navegar. Pero ello también requiere del esfuerzo y compromiso por parte de los navegantes y una concienciación de que las normas hay que cumplirlas.
Sirva como aviso a navegantes
Sí. Es un llamamiento general para que navegar en el futuro sea mucho más seguro, incluso mucho más divertido. Porque lo importante es siempre volver a casa. Por eso el lema de este año nos pide que hagamos oídos sordos a los cantos de sirena; a amigos, familiares o esas redes sociales que nos dan pequeños consejos que, o por desconocimiento o prepotencia, no contribuyen a nuestra seguridad y pueden propiciar que nuestra navegación acabe en tragedia. Se dice que la ignorancia es atrevida, y por ello solo hay que hacer caso a las recomendaciones que vienen de fuentes reconocidas y de ahí, la importancia de las campañas lanzadas por la Dirección General de la Marina Mercante, que están basadas en la normativa que hay que cumplir y en la gran experiencia adquirida con las intervenciones llevadas a cabo por Salvamento Marítimo.
Algunas tan sencillas y básicas como llevar combustible.
Exactamente. Por ejemplo. Primer paso y fundamental, hay que tener un plan de navegación y dejarlo comunicado a alguien en tierra, que será el que dé la voz de alarma en caso de que no regreses a puerto. También es importante tener la embarcación en un estado de mantenimiento adecuado, lo que se tiene que hacer a lo largo de todo el año y, por supuesto, tener a punto todos los elementos de seguridad homologados, en perfectas condiciones y en número adecuado en función de las personas que vayan a bordo y la zona de navegación en que vayas a navegar. Otra pauta: la radio, fundamental para dar una alerta. Conviene ubicarla siempre en el mismo sitio para permitir una fácil localización y llevar también el móvil cargado porque, si es cierto que en la mar la cobertura al cien por ciento no está garantizada, puede ser el que te salve la vida. Y por último y fundamental, es obligatorio comprobar el parte meteorológico antes de zarpar para verificar que no se avecinan problemas con el plan de navegación trazado.
Y estar dispuesto a cambiar los planes si las condiciones no acompañan. Hay turistas que alquilan una embarcación para 4 días y no están dispuestos a renunciar. Son sus vacaciones, han pagado…
Está claro que son ellos los que tiene que tomar una decisión, pero si esta no es la correcta, ello puede derivar en un accidente marítimo o en una situación de emergencia con unas consecuencias trágicas, que en el peor de los casos no les brindaría una nueva oportunidad de disfrutar de una experiencia similar. Ante situaciones como estas, la paciencia es una gran virtud.
¿Viajamos con niños?
Sí, claro, pero hay una pauta obligada que es velar porque estén continuamente vigilados. Algún otro consejo de comportamiento a bordo que no se debe olvidar es evitar que los pasajeros naveguen con los pies colgando por la proa o beber mientras estas al timón, porque eso es un peligro. Son pautas de sentido común que te salvan la vida.
¿Cómo valoras la labor de Salvamento Marítimo?
Creo que nadie es capaz de decir que el trabajo de Salvamento Marítimo es baladí; al contrario, seguro que hay una opinión unánime de la gran labor que día a día llevan a cabo. Yo siempre pongo el ejemplo de que España es pionera y lidera año tras año en el ranking mundial los trasplantes de órganos, motivo por el que podemos estar tremendamente orgullosos, y creo honestamente que ese mismo sentimiento es el que tenemos cuando hablamos de Salvamento Marítimo, no solo por la labor excepcional que realiza los 365 días al año, sino también por ser un referente y vender Marca España por el mundo. La relación de la Dirección General de la Marina Mercante con Sasemar es muy estrecha y, con la llegada del verano, esa interacción se hace más evidente si cabe, por la colaboración que nos brindan para el desarrollo de la campaña de seguridad, en la cual el asesoramiento del personal y las tripulaciones de Salvamento Marítimo es primordial, ya que son los que viven en primera persona y dan respuesta día a día a las emergencias y los que mejor saben identificar dónde están los problemas.
Hablemos de regulación.
El mayor problema que tiene la náutica de recreo es que no está regulada ni a nivel comunitario ni a nivel de la Organización Marítima Internacional y por tanto las normas que se establecen son las que fija cada Estado miembro, en nuestro caso, la Dirección General de la Marina Mercante. Estas diferencias existentes entre las normativas aplicables en los distintos Estados miembros no facilitan la navegación más allá de nuestro mar territorial ni la libre navegación de embarcaciones por aguas europeas, al existir diferentes requisitos en aspectos como los equipos de seguridad a llevar a bordo o las titulaciones de recreo exigibles. Son los pasos en los que se está trabajando actualmente y nosotros, a nivel nacional, estamos elaborando un borrador de lo que va a ser el nuevo Reglamento General de la Navegación de Recreo. El objetivo es ambicioso, pero igualmente necesario, y lo que se pretende es unificar en un único Reglamento una normativa actualizada y adecuada a la sociedad actual.
En este momento, a nivel comunitario, sólo está regulada la normativa que se aplica a la construcción de las embarcaciones de recreo, las cuales deben tener marcado CE para que se puedan comercializar libremente dentro de la Unión Europea. Sería precisa una mayor involucración por parte de la Comisión Europea para regular otros aspectos fundamentales de la náutica de recreo. En ese sentido, ya se están dando los primeros pasos para valorar la conveniencia de regular a nivel europeo las titulaciones náuticas de recreo, y la Comisión Europea ya está evaluando que posibles opciones hay para la definición de una titulación
Lo decía al principio, soy muy positiva y estoy convencida de que poco a poco estamos avanzando en la buena dirección para crear una cultura para navegantes, y para ello, el primer paso es escuchar la Ley del Mar.

Licenciada en Ingeniería Naval por la Universidad Politécnica de Madrid, Sonia Barbeira fue la primera mujer que accedió al Cuerpo de Ingenieros Navales del Estado en el año 1999, siendo su primer destino en la Capitanía Marítima de Vigo, como inspectora de buques. Anteriormente estuvo siete años desarrollando su actividad en el sector privado en diversos astilleros, en los departamentos de producción e ingeniería (1992 – 1999).
Durante su trayectoria profesional en la Administración General del Estado ha ocupado distintos puestos de responsabilidad, como secretaria general de la Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes Marítimos (CIAIM) y durante siete años como asesora del Subsecretario del Ministerio de Fomento. Entre 2001 y 2005, estuvo destinada en Bruselas, en la Unidad de Seguridad Marítima de la DGTREN de la Comisión Europea.
En marzo de 2019, pasó a ser la jefa del Área Funcional de titulaciones de recreo en la Subdirección General de Seguridad, Contaminación e Inspección Marítima. Desde hace casi dos meses ha pasado a llevar directamente las titulaciones de recreo.
Apasionada, inquieta, es optimista. Piensa que la mar es para disfrutarla. Y ello depende no sólo de una normativa adecuada, en la que ya se está trabajando, sino también de una cultura de los navegantes. Practica la filosofía de si tú cuidas del mar, el mar cuidará de ti. Ve el vaso siempre medio lleno y para los días grises, paraguas de colores. Es la cara menos conocida de esta ingeniera incansable que, como presidenta de los tribunales, examina a los futuros navegantes. De ellos, de todos, depende el futuro de nuestros mares.