• Se inspeccionan todas las unidades de la flota: salvamares, guardamares y buques
• Son anuales y conducen a la certificación correspondiente

La Dirección General de la Marina Mercante (DGMM) es el órgano de la Administración General del Estado que ejerce las competencias relativas a la Administración Marítima Española. Es el órgano responsable de la seguridad marítima y la prevención de la contaminación marina producida por los buques. La función inspectora de la Administración General del Estado se dirige, ejecuta y se supervisa por la Dirección General de la Marina Mercante, a través de sus órganos centrales y periféricos.

InforMAR, la revista de Salvamento Marítimo, entrevista al Capitán Marítimo de Las Palmas, Francisco García Lascurain, para conocer de primera mano cómo se realizan las inspecciones en los medios marítimos (salvamares, guardamares y remolcadores de altura -anticontaminación). Una ‘ITV’ en la mar que asegura que todos los buques están en perfectas condiciones.

“Las actividades inspectoras tienen como objeto comprobar el correcto funcionamiento del buque, sus aparatos, elementos, materiales o equipos de seguridad. También se inspecciona que su tripulación, su carga y sus procedimientos operativos reúnen, respecto al fin al que se destina el buque, las prescripciones y condiciones aplicables de la normativa nacional e internacional vigente en España en materia de seguridad marítima. Hablamos de seguridad de la vida humana en la mar, del buque y de la navegación”, explica el Capitán Marítimo. “También controlamos la prevención de la contaminación del medio ambiente marino producida desde los buques”.

Entendemos entonces que las capitanías marítimas inspeccionan el estado de las unidades de Salvamento Marítimo.

Sí, las capitanías marítimas y distritos marítimos inspeccionan todas las unidades. Son los inspectores y subinspectores de seguridad marítima quienes realizan las inspecciones.

¿Cómo se realizan?

Estas actividades inspectoras, de acuerdo al Reglamento de inspección y certificación de buques civiles, son realizadas por funcionarios debidamente acreditados del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, con los conocimientos y la titulación adecuados para la realización eficaz de los cometidos asignados.

Son puestos de trabajo del grupo A1 inspectores de Seguridad Marítima o A2 subinspectores de Seguridad Marítima con funciones de inspección y control de buques y embarcaciones.  Y titulaciones de ingeniero naval, capitán Marina Mercante, jefe de Máquinas de Marina Mercante, licenciados en Náutica y Transporte Marítimo, licenciados en Máquinas Navales, graduados y máster (Bolonia) etc.

Finalizadas las actividades inspectoras, el inspector o subinspector encargado de realizarlas elabora y firma, bajo su responsabilidad y con absoluta independencia técnica de criterio, el correspondiente informe de inspección, indicando claramente si el resultado es o no satisfactorio. Los informes son notificados a los interesados de acuerdo con lo previsto en la legislación vigente sobre procedimiento administrativo. Los informes de inspección constituirán la base documental necesaria e imprescindible para la extensión por parte de la autoridad competente del correspondiente certificado o documento asociado a la actividad inspectora realizada.

¿Qué periodicidad tienen estas inspecciones?

Son inspecciones anuales y conducen a la certificación correspondiente (casco, máquinas y radiocomunicaciones, seguridad), levantando acta de inspección y emitiendo el correspondiente certificado de navegabilidad, seguridad y radio.

¿Las inspecciones aseguran el buen estado de los medios de Salvamento Marítimo?

Ciertamente. Las inspecciones anuales deben ser satisfactorias.

¿Qué ocurre si en una inspección se descubre alguna falla?

Se levanta acta de la deficiencia y se da un plazo para su subsanación antes de salir a la mar.

Salvamento Marítimo cuenta con una importante flota marítima formada por 74 unidades. ¿Considera que su mantenimiento es el adecuado?

Los inspectores y subinspectores de Seguridad Marítima, una vez terminadas las inspecciones en profundidad, tanto a flote como en seco en varadero, levantan acta de inspección, con lo que bajo su leal saber y entender han detectado, siendo satisfactorio o no. Si la inspección no es satisfactoria, debe subsanarse antes de su salida a la mar.

Finalmente, proceden a la emisión de certificados y despacho de la embarcación, donde también se verifica la titulación de la tripulación de acuerdo a la mínima asignada antes de su salida a la mar.