ALFONSO RUIZ DE LOBERA

¡Y tú lo sabes…!  ¡Sí!  ¡Tú lo sabes …!   Porque cuando te grité que era muy peligroso, a pesar del ruido del potente motor de la embarcación, lo entendiste a la primera y te retiraste a un lugar seguro.
Este verano no pude contenerme.  ¿Habría que poner fotos de cuerpos desmembrados trágicamente por las hélices? ¿O cabezas abiertas por la pala del timón?  ¿Habría que hacer una campaña estilo “El tabaco mata”?

LOS CONSEJOS

–  Nunca permitas que nadie se siente en la proa mientras la embarcación va navegando. Ni siquiera a baja velocidad. Ni siquiera en un velero. Los traumatismos por hélices son fatales en una gran mayoría de casos. Los golpes con los apéndices del casco (timones y quillas), e incluso con el propio casco, son igualmente peligrosos.

– Si durante la navegación, por motivos operativos, alguien tiene que estar en proa, debe permanecer el mínimo tiempo imprescindible. Convenientemente asegurado con arnés y  con las piernas en cubierta.

– Cuando estés fondeado en una cala, no dejes las llaves del motor puestas. Especialmente si hay niños a bordo. Puedes colocarlas en un lugar próximo.

– No son sólo los riesgos de los traumatismos provocados por hélices, timones y quillas. Hay olas excepcionales que en navegación pueden golpearte fuertemente contra la cubierta y estropearte el fin de semana o unas maravillosas vacaciones.